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by Eduardo Kohn, director of Latin American affairs at B’nai B’rith International

Este 18 de julio de 2013 las víctimas del atentado contra la AMIA serán asesinadas otra vez. Sus familiares sentirán la gelidez invernal y padecerán la fría realidad del proceso de acuerdos entre Argentina e Irán, que han logrado borrar la remota ilusión de derrotar la falta de justicia.

Cuando el año pasado, en el día más sagrado para el pueblo judío, el Día del Perdón (Iom Kipur), el canciller de Argentina y su par iraní anunciaban en Nueva York que habían llegado a un acuerdo para “investigar conjuntamente” el ataque a AMIA, comenzaba el proceso para matar nuevamente a las víctimas.

Dicho proceso encontró otra fecha emblemática para profundizar la perversidad: el 27 de enero de 2013, Día Mundial de Recordación del Holocausto (fecha aprobada por Naciones Unidas), Irán y Argentina firmaban públicamente el “acuerdo”.
Innumerables observadores se han hecho decenas de preguntas respecto al “acuerdo” y no han encontrado respuestas claras.
Es propicio entonces exponer algunos hechos recientes:

  • Irán aún no envió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina la nota con la ratificación del acuerdo el 27 de enero pasado por la causa AMIA.
  • Los medios de difusión de Argentina señalan (y no han sido desmentidos) que el gobierno aceptó como “un moderado” al presidente electo de Irán, Hasan Rohani, quien asumirá en agosto. ¿Qué es “moderación” en un régimen teocrático que es condenado por violar los derechos humanos y donde la última palabra en todas las decisiones no la tiene el “presidente” sino el clérigo “líder supremo de la revolución”?
  • El columnista de “La Nación”, Martín Dinatale, en un artículo (3/7/13) sobre este tema, puntualiza tres hechos muy significativos: 1) La diplomacia iraní apuntó, aunque sin nombrarlo, al fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, que emitió un dictamen en el que acusó a Irán de tender “una red de inteligencia para preparar atentados en América Latina”. El vocero de la Cancillería iraní consideró: “Agentes extranjeros y sionistas están detrás del atentado contra la AMIA”; 2) El 1/7 hubo claras señales contra Nisman desde la Casa Rosada: la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, le denegó la autorización al fiscal para viajar a Washington y dar una charla en el Congreso de los Estados Unidos sobre el resultado de su investigación; 3) A todo ello se suma el sugestivo silencio del gobierno ante los ataques de Irán hacia la figura de Nisman.
  • Como cierre de esta enumeración, cabe señalar que el comercio entre Irán y Argentina tuvo un cambio cuantitativo: en 2012 las exportaciones de la Argentina a Irán fueron de U$S 52:134.000, mientras que en el primer trimestre de este año fueron de U$S 76:407.000: un aumento mayor al 52%.

En una democracia, los gobernantes se deben a todos, a quienes los votaron y a quienes son oposición. Cuando la mitad de un país le dice que no a sus gobernantes, éstos podrán ejercer con legitimidad jurídica el derecho de las mayorías, aunque ella sea muy pequeña. Pero, a la larga, también deberán responder por sus actos y decisiones al resto. Y eso sucede en Argentina donde se aprobó el “acuerdo” por una mayoría ínfima.


El 18 de julio, los perpetradores y sus cómplices mirarán por televisión, gozando de su impunidad, los rostros de las familias de las víctimas que recordarán el atentado junto al edificio de AMIA. Verán dolor, lágrimas, rabia, impotencia.
Y estarán satisfechos por estar cometiendo el crimen otra vez.


Source:  http://semanario.busqueda.com.uy/